Menos Peinetas

Menos Peinetas

domingo, 16 de octubre de 2011

Hoy hablo de mi ombligo.

Queridos bloggeros:

   Perdonad, pero esto no es ningún ejercicio de narcisismo, ni de exaltación de ideas propias, ni de ningún tipo de justificación por mis actos… es que hoy estoy un poco así, digamos raro… y necesitaba escribir.
   Cuando comencé a dar mi opinión y unas cuantas ideas, sugerencias y consejos (¿Quién demonios seré yo para dar consejos…?) sobre nuestra querida fiesta de las fallas, no pretendía por nada del mundo, que nadie pensara que yo quería ni sentar cátedra de nada, ni, por supuesto, que nadie por ello se sintiera contrariado.
   Ya son muchos años los que, como si fuera un búho, miro… miro… miro… y callo, porque para hablar, hay que tener  voz, y como soy, aunque algunos no se lo crean (porque no me conocen) bastante prudente, analizo, pienso, comparo, vuelvo a pensar… aprendo, olvido, (a posta), sigo mirando… hasta que consigo formarme una opinión de todo lo que envuelve a nuestra fiesta.

   Las opiniones son libres, son de cada uno. Uno puede estar acertado en su opinión, o no, pero es suya y cuando a puerta gayola las escribes en un papel, o como en este caso en un blog, no haces más que hacer pública tu opinión. Nadie puede ser condenado por expresar su opinión, puede estar acertado o no, y si hay que rectificar o ratificar, pues se hace. No se me van a caer los anillos por hacerlo. Pido excusas, doy la mano y si se me aceptan  y me ofrecen su mano, quien lo haga, puede contar de por vida con un amigo.  
   En mi vida he hecho grandes amigos, y claro, algún enemigo, es lógico. Cuando no eres nadie, no mereces ni el reproche, ni la respuesta ni la petición de rectificación… ¿cómo iba Don Fulano a rebajarse al contestarme? Ahora algunos hasta se indignan… y sigo sin ser nadie, con que…
   Decía que he hecho grandes amigos y algún enemigo, porque siempre digo lo que pienso. Posiblemente no sea políticamente correcto en algunas de mis opiniones, pero siempre lo hago a la cara, nunca espero en una esquina a nadie para darle dos yoyas, ni envío a nadie para que se las dé a nadie, ni hablo mal de quien no conozco a sus espaldas, y si os digo la verdad, he hecho muchísimos más amigos que enemigos, por ello deduzco que siempre hay que ir con la cara por delante. Los que no lo hacen… no me interesan, paso de ellos.

   No me tengo por nadie en especial, sólo sé que trabajar. Por ello, cuando mi nuevo amigo Vicente Saez, me llamó para formar parte de la directiva de la Interagrupación, tras consultar "ab el meu germá" Ferran, decidí decirle que sí, y no porque tenga ningún interés oculto, no… simplemente porque me gusta trabajar, y trabajo, no tanto como otros que todos conocéis y conocemos, pero trabajo mucho, y estamos en un mundo en el que hay que trabajar, medrar menos y trabajar más.
   Estoy contento de haber encontrado nuevos amigos tan falleros como yo, a los que no les mueve ni el figurar, ni el medrar, ni el dirigir, ni el sentar cátedra con cada cosa que dicen, gente que no intenta sacar ningún partido de su posición, que sólo le acarrea más que trabajo, y ningún beneficio o prebenda. Gente como Toni, Juan Vicente, Quique, Loli, Eduardo… y otros tantos que no hacen más que trabajar… y si eso le molesta a alguien… es su problema.

   Cuando hace unos meses, en la Interagrupación, algunos Presidentes, dieron la espalda al Presidente y a la Junta Directiva, nombrada por éste, primero no asistiendo a las juntas y luego reuniéndose para no sé qué, porque simplemente no les gustaba la decisión democrática de la mayoría de las Agrupaciones, viví en carne propia la versión fallera de la Leyenda Negra de España, donde en lugar de todos a una, intentar continuar edificando el edificio en ruinas que era la Interagrupación que Daniel Buj comenzó a cimentar y a darle significado y razón de ser, prefirieron lo que moralmente jamás yo haría a nadie: dar la espalda y no ofrecer su colaboración.
   Algunas personas me dijeron que era hasta lógico el proceder de éstos… yo no lo vi así. Viendo un poco más allá, cualquier zancadilla o falta de apoyo a la dirección de un organismo elegido democráticamente, lo que provoca es la zozobra y el hundimiento de una institución, a la que acabo de llegar y que si no fuera por Daniel Buj, hubiera desaparecido en el más absoluto de los olvidos. Igual algunos es lo que quieren, que la “Inter” no sirva para nada y que nos dejemos caer en brazos de la Junta Central Fallera y que sea su voluntad.
   Ay Dios mío si ese hombre que homenajeamos y que incluso damos su nombre a los premios de la Interagrupacíon, D. José Monforte i Tudela, levantara la cabeza y viera a los que le jaleaban, dandole palmadas en la espalda, hundiendo el suelo al paso de el actual Presidente de su Interagrupación…
     Yo puedo entender cualquier opinión, entender la palabra, no el silencio. Los silencios son de cada uno, particulares, la opinión es voz y viento y el viento en la cara aclara la vida y eleva el alma. No siempre nuestra opinión es entendida por los demás, pero ¿hay algo mejor en esta vida que te dejen expresarte y hablar, intentando todos juntos solucionar los problemas que podamos tener?
   Me da la impresión que muchos no están por la labor. No sé que buscan, no sé que quieren, por qué estigmatizan a los que no piensan como ellos, ridiculizándolos sin ni tan siquiera conocerlos, porque, como no somos nadie, no han perdido ni un segundo en intentar conocerlos. Peor para ellos, ellos se lo pierden. Lo poco de bueno que podamos tener, jamás lo conocerán.

   En fin, ya estoy a gusto, siempre tendré la mano tendida para dársela a aquel que quiera estrecharla, de hecho siempre soy yo quien la ofrece primero, ¿o no?, me nace, y agradezco la experiencia de otros, porque siempre quiero aprender, me gusta hacerlo y quiero hacerlo. El futuro ya vendrá, hoy sólo quiero estar, participar, trabajar, ayudar y hacer más grande un proyecto que me enamoró, el de Pepe Monforte y que hay algunos que no quiere dejarme disfrutar con chorradas, porque para mí son chorradas, mientras no “pierdan” unos segundos de su maravilloso tiempo, en explicármelas. Yo lo haría.
 
 Ah, y tranquilos... es la última vez que hablo de mi mismo, palabra!

Es mi opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario